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Foto del escritorLALA HERRERA

¿Por qué me cuesta perdonar tanto a quien amo?

Cuando conocí a Samuel, me atrajo su sonrisa, su sensatez y sabiduría. Él es paciente, fuerte y perseverante. Todo él me parecía irreal ¡era perfecto para mí! Pensar en que me costaría perdonarlo, era imposible ¿Cómo me iba a costar si era “perfecto”?


Cuando uno se enamora, está tan sumergido en los aspectos lindos de la otra persona, que prácticamente no le ve defectos y si se los ve, los minimizamos diciendo: “no es tan grave”, “es manejable”, “lo compensa con sus cualidades”. A veces, incluso, usamos el peligroso: “yo lo puedo cambiar”.


La verdad, es que todos somos humanos. No somos robots. Por más que lo queramos, vamos a fallar en algo y cuando lo hagamos, lastimaremos a personas sin tener la intención de hacerlo. Así mismo, nos lastimarán.

¿Qué podemos hacer antes de elegir pareja? Observar de manera INTENCIONAL, las heridas de la otra persona y sus reacciones ante la frustración. De una u otra manera, todos tenemos heridas y todos los que hemos sido heridos, herimos. Por eso, me gusta que las parejas antes de casarse se peleen, que tengan diferencias, que se frustren… así, podemos identificar esos detonantes del otro, y estar consientes que al tener una relación, nos vamos a enfrentar a ellos.


Ya una vez casados, es necesario entender que queramos o no, gracias al amor que sentimos, nuestra pareja puede influenciar nuestras áreas más profundas y por lo tanto, lastimarnos


Es muy diferente que alguien desconocido me vea, se me acerque y me diga: “joven, usted no se ve bien”, a que me lo diga mi esposo. Si me lo dice un desconocido, a lo mejor cause que yo me vea en el espejo, le pregunte a alguien más y si no tiene razón, lo deje pasar o sencillamente me maquille un poco. Pero, si me lo dice mi esposo, es muy probable que lo asuma como parte de mi identidad, que lo sienta más personal e incluso, que me culpe por ello. ¿te ha pasado?


Si me dices que si, la razón es sencilla. El amor nos hace vulnerables, pero es justamente en esa vulnerabilidad que se construye la intimidad, uno de los grandes pilares de un matrimonio saludable.


Si te cuesta perdonar, recuerda estas 3 verdades:


  1. Todos fallamos: No te hablo de faltas en maltrato (que por cierto, si lo experimentas, denuncia) y tampoco, en infidelidad (que si lo estás pasando, necesitas ayuda, busca un especialista). No, te hablo de faltas como palabras hirientes, olvidos, desorden, etc. No idealides a tu pareja, dale permiso de aprender y que su experiencia, haga robustecer su carácter.

  2. La falta de perdón es una cárcel y Dios quiere que seamos libres: Mi querida amiga, no perdonar te envenena. Hay enfermedades que desgastan y degeneran los huesos a causa de la falta de perdón. Perdonar no es necesariamente olvidar, pero si es soltar el dolor y trabajar en seguir adelante, de la mejor manera, para no seguir encarcelada por la amargura.

  3. El perdón comienza con una decisión: Toma la decisión de perdonar, decide todos los días abrazar el amor de Dios y viajar hacia el perdón que tu padre quiere que vivas.

Si quieres ver un poco más la definición de estos 3 pasos, chequea este video en dónde hablé al respecto: 3 VERDADES SOBRE EL PERDÓN


En este video, una hermosa mujer me preguntó: "Hola Lala bendecida tarde, me queda claro que no soy perfecta y fallo, pero ¿Cómo puedo hacer para sentir que no pasó nada?": Mi querida Michel, Dios nos dotó con la memoria. Esa capacidad de recordar lo bueno, pero también lo que nos duele. Desafortunadamente cuando un recuerdo es marcado con dolor, es sellado en nuestra memoria con gran fuerza.


Por lo anterior, tal vez no puedas olvidar por completo, pero si puedes darle un nuevo significado a lo que viviste. Me gusta mucho un versículo de la biblia que habla de renovar nuestra mente (Romanos 12:2). Necesitamos encontrar la ruta que trazó ese dolor en nuestra memoria y permitir que Dios la redirija a su propósito, a su amor y a su libertad. Si te cuesta, busca en oración algunos versículos que hablen al respecto, memorízalos y cada vez que vuelva el dolor, traza la nueva ruta para tu corazón, ayudándote con la palabra de Dios. ¡inténtalo y dime que pasa!


Para cerrar, quiero retomar la idea que te comenté en los primeros párrafos. Todos aquellos que hemos sido heridos, herimos. Por eso, es necesario aprender a no tomar a titulo personal los procesos de los demás, poner a Dios en primer lugar y tener un proceso de sanidad personal. Si necesitas ayuda en estos 3 puntos, puedes agendar una mentoría conmigo, me encantará ayudarte para que logres brillar con el diseño de Dios en tu vida, que seas libre y experimentes la vida que el Padre anhela para ti.


Te envío un fuerte abrazo, déjame saber aquí abajito en los comentarios desde donde me lees. Me encantará saberlo.



200 visualizaciones4 comentarios

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4 Comments


Wowww, nunca me había tomado el tiempo de leer tu Blog, y me encuentro con esto...

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Wow! Si, efectivamente acabo de pasar un gran proceso de perdonar a mi marido y demás personas que conllevaban con sus actitudes en la actualidad. Es fuerte, doloroso pero si se puede este proceso de perdonar, obvio de la mano de Dios sale más que perfecto.

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stephanymalave12
Jun 23, 2022

Amén! De Colombia

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Alejandra
Alejandra
Jun 22, 2022

de Mexico!

😁

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